martes, 30 de noviembre de 2010

Las crónicas de Nemo

 

Había una vez, cuatro ratoncitos que se fueron a vivir a la casa de su abuelo, ya que sus padres se habían ido de luna de miel y no volverían en muchos días.
Un día, Marco, Liset, Javier y Andrea, quienes eran los cuatro ratoncitos, se pusieron a jugar a las escondidas; Liset y Javier, los dos mayores, se escondieron en una lata de atún, Marco, el mediano le tocaba contar del 1 al 100 y Andrea la más pequeña se escondió en una caja de fósforos. Cuando marco salió a buscarlos encontró a Liset y a Javier primero y luego entre los tres se pusieron a buscar a Andrea. Después de dos horas la encontraron y ella les contó que dentro de la caja de fósforos había otro mundo, nada parecido a este, ellos no le creyeron y decidieron irse a dormir.


Al otro día nuevamente se pusieron a jugar a las escondidas y Liset, Marco y Andrea se escondieron en la caja de fósforos y tan solo en ese momento se dieron cuenta de lo que su hermana pequeña les decía. Con la desesperación fueron a buscar a Javier y comenzaron su aventura dentro de ese mundo. Allá conocieron muchos animales, la mayoría mitológicos, tuvieron que luchar contra una bruja que era muy mala y que no dejaba que nadie fuera feliz, producto de esa batalla, la cual fue ganada los cuatro se convirtieron en reyes y princesas de ese mundo, siendo muy respetados por todas las especies que allá vivían.

Finalmente, ellos regresaron a su mundo, le contaron a su abuelo y este les dijo que el igual lo conocía, pero que ya no podrían regresar por esa caja de fósforos. Los niños muy contentos se despidieron y se fueron a dormir deseando algún día poder regresar.



Fin



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